A mi Perro le Suena el Estómago: ¿Qué Hacer?

Ana Fernández
·
Icono de calendario
July 14, 2025
A mi Perro le Suena el Estómago: ¿Qué Hacer?
Contenidos

¿Te has preguntado por qué a tu perro le suena el estómago? ¿No sabes si preocuparte o simplemente reírte de la situación? Es más común de lo que crees, y aunque a veces esos ruidos son completamente normales, en otras ocasiones pueden ser una señal de que algo no anda bien en su sistema digestivo. Aquí te contamos por qué le suena el estómago a tu perro, cuándo es motivo de alerta, qué puedes hacer en casa y cómo protegerlo ante cualquier imprevisto.

El estómago de los perros hace ruidos como el nuestro. Ya sea que se trate de gruñidos, retumbos o gorgoteos, un estómago de perro ruidoso puede significar varias cosas.

A menudo, simplemente significa que tu perro tiene hambre y su estómago está vacío.

Ocasionalmente, los ruidos significan que acaban de comer mucho y su estómago está trabajando duro para digerir toda esa comida.

Otras veces, hacen mucho ruido debido a una indigestión o malestar estomacal.

Entonces, ¿cómo saber si los ruidos estomacales de un perro son signos de un problema? Esto es lo que podrían significar los ruidos.

¿Qué significa cuando a un perro le suena el estómago?

Escuchar sonidos provenientes del estómago de tu perro puede ser desconcertante al principio, pero no siempre es motivo de alarma.

Saber interpretarlos te ayudará a actuar con calma y tomar las decisiones adecuadas para el bienestar de tu mascota.

Borborigmos o sonidos digestivos

Los ruidos provienen del movimiento de alimentos, agua y aire en el tubo digestivo (peristalsis). Son normales, sobre todo después de comer, al despertar o cuando está vacío el estómago. 

El tracto gastrointestinal incluye el estómago, el intestino delgado y el intestino grueso. 

Cada uno de estos órganos contiene un músculo liso para ayudar a mover los alimentos y el agua a través del cuerpo. 

El peristaltismo ocurre cuando estos músculos se contraen en ondas rítmicas para mover los alimentos a través del tracto gastrointestinal. 

Este movimiento peristáltico puede resultar en ruidos estomacales normales. Es posible que escuches los ruidos estomacales de tu perro inmediatamente después de haber comido. 

Cuando el estómago y los intestinos están vacíos, no hay nada que amortigüe el sonido.

Hambre 

Sí, al igual que tú, si tu perro lleva varias horas sin comer, el estómago vacío y los jugos digestivos provocan ruidos internos notables.

Diarrea

La diarrea puede causar un aumento de los ruidos estomacales a medida que los alimentos y el agua se mueven más rápidamente a través del tracto digestivo.

Los perros pueden tener mucho ruido estomacal justo antes de experimentar un ataque de diarrea.

Gases

Los gases pueden ser normales; ocurren cuando las bacterias intestinales procesan alimentos o ingredientes menos digeribles en la dieta de su mascota.

Algunos alimentos generan más fermentación intestinal, produciendo gases y más sonidos.

Si bien los carbohidratos son una fuente importante de energía, también pueden ser una fuente de gases. Cuando los carbohidratos se descomponen, su fibra se fermenta haciendo que se produzcan más.

Puedes notar que tu perro tiene más gases y, en consecuencia, más ruidos estomacales, después de que se le da un premio en particular, como un vaso de leche para cachorros, ya que tiene más dificultades para digerir la lactosa en los productos lácteos.

Cambios de dieta o alimentos “humanos”

Un cambio brusco o algo nuevo en su alimentación puede alterar su digestión y aumentar los sonidos.

Cuando un perro se cuela en la basura o recibe una golosina inusual que no le sienta bien, puede tener dificultades con la digestión provocando más ruidos estomacales.

Problemas digestivos

Los trastornos o síndromes gastrointestinales subyacentes como la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), causada por la irritación crónica del tracto intestinal, o la insuficiencia pancreática exocrina (IPE), en la que faltan las enzimas digestivas, pueden provocar un aumento de los ruidos estomacales, junto con otros problemas gastrointestinales.

Parásitos e infecciones bacterianas

Los parásitos y las infecciones bacterianas (como coccidios, salmonella, E. coli o giardia) pueden desempeñar un papel en el aumento de los ruidos estomacales de los perros.

Pueden reducir la absorción de nutrientes y/o producir gas por sí mismos a medida que colonizan el tracto digestivo.

Obstrucción intestinal

Una obstrucción intestinal puede provocar muchos ruidos estomacales. En el mundo veterinario, esto se conoce comúnmente como un cuerpo extraño.

A veces, los perros comen cosas que no son alimentos digeribles (son comunes los calcetines, huesos, pelotas o mazorcas de maíz).

Estas cosas pueden atascarse en el estómago o los intestinos, lo que provoca un aumento de los gases a medida que el cuerpo intenta dilatar la región para mover el objeto hacia adelante.

Esto puede provocar más ruidos audibles y es una condición muy grave que debe abordarse de inmediato.

Celular con el mensaje "Te ahorraste $870.000 en gastos veterinarios"
Tu próxima visita al veterinario puede ser gratis.
Contrata un seguro para tu mascota en segundos y te devolvemos los gastos de cualquier veterinaria de Chile en minutos.
Cotizar seguro
Celular con el mensaje "Te ahorraste $870.000 en gastos veterinarios"

¿Cuándo acudir al veterinario porque le suena el estómago a tu perro?

Aunque los ruidos estomacales suelen ser normales, hay ocasiones en las que pueden estar acompañados de síntomas que indican un problema de salud más serio. 

En estos casos, es clave que actúes rápido y, de ser necesario, consultes con un veterinario.

Algunas señales que no debes pasar por alto:

  • Vómitos frecuentes o diarrea persistente
  • Pérdida de apetito o malestar general
  • Dolor abdominal, hinchazón, estreñimiento
  • Letargo o sacudidas inusuales
  • No defeca, o defeca muy poco
  • Ruidos bruscos y acompañados de vómito de bilis (síndrome de vómito biliar) 
  • Grandes razas con abdomen hinchado y dificultad para respirar (posible torsión gástrica o “bloat”)

Estas señales pueden estar relacionadas con condiciones como gastroenteritis, parásitos, síndrome de vómito biliar, o incluso una torsión gástrica, que requiere atención veterinaria urgente. 

En este tipo de situaciones, contar con un seguro de mascotas como Cacttus puede marcar una gran diferencia. 

No solo te permite actuar con mayor tranquilidad, sino que te ayuda a cubrir los costos de consultas, exámenes, hospitalizaciones o cirugías necesarias sin afectar tu bolsillo.

Con Cacttus, por ejemplo, puedes recibir reembolsos por tratamientos realizados en cualquier veterinaria del país, algo muy útil cuando tu perro necesita ayuda rápida, estés donde estés.

Qué puedes hacer para ayudar a reducir los ruidos estomacales de tu perro

Si es lo habitual y está sano

Si tu perro tiene un nivel de energía, apetito y heces normales, pero sus ruidos estomacales parecen excesivos, aquí hay algunas cosas que puedes probar en casa para disminuir su borborigmos:

  • Dale de comer en porciones más pequeñas y frecuentes. Esto evita ruidos causados por ayunos prolongados. Por ejemplo, en lugar de alimentarlo con 2 tazas dos veces al día, trata de alimentarlo con 1 taza y ⅓ tres veces al día. Esto reducirá la cantidad de tiempo que el estómago de tu perro está vacío, lo que hará que el borborigmo sea menos ruidoso. 
  • Usa tazones o comederos antiestrangulamiento o ralentizadores que contribuyen a que coma más despacio. 
  • Mantén una dieta balanceada, evitando cambios repentinos y alimentos no recomendados. 
  • Asegúrate de que tu perro tenga acceso a abundante agua fresca. El agua facilita el peristaltismo (el sistema de tránsito en el intestino) y es esencial para las deposiciones regulares. 
  • Lleva a tu perro a dar un paseo suave después de comer. Caminar después de una comida puede mejorar la digestión al acelerar el proceso y reducir la cantidad de tiempo que la comida permanece en el estómago. Evita el ejercicio intenso o correr inmediatamente después de alimentarlo, ya que puede aumentar el riesgo de que tu perro padezca condiciones peligrosas.

Si notas síntomas leves

  • Dale una dieta blanda (arroz con pollo hervido sin piel ni condimentos) durante 1–2 días.
  • Hidrata bien con agua fresca.
  • Observa señales de mejoría en apetito y defecación.
  • Si el cuadro dura más de 48 horas o hay empeoramiento, acude al veterinario.

Si hay signos de alerta

  • Vómitos repetidos, diarrea fuerte, abdomen distendido, debilidad: acude de inmediato al veterinario.
  • En casos críticos como obstrucción gástrica o GDV, puede ser una emergencia vital.

Tips y noticias para tutores de mascotas, en tu correo electrónico.

Únete a los 1.017 otros suscriptores.
Thank you! Your submission has been received!
Oops! Something went wrong while submitting the form.
Button Text

¿Tienes tu mascota asegurada?

Contrata un seguro de mascotas con reembolsos ultra rápidos

Cotizar Seguro